Un poco de historia...

Hacia el año 10 000 a.C., aparece la cultura del Neolítico en la costa Este del Mediterráneo. Estas comunidades abandonan sus costumbres nómadas, principalmente la recolección de granos y semillas para su alimentación. Al convertirse al sedentarismo, comienzan a resolver sus principales necesidades; como encontrar un lugar donde refugiarse, donde almacenar el producto de sus cosechas y un lugar para sus animales. Es el momento en el que surgen las primeras construcciones.
Los habitantes del Neolítico empezaron a utilizar elementos de madera como estructura principal de sus casas, y ramas cubiertas de arcilla para las paredes. Estos asentamientos comenzaron a extenderse.
También, los pueblos al segmentarse en clases sociales, y surgir la clase gobernante y los sacerdotes, encomendaron hacer templos de escalas monumentales dedicados a sus dioses, con el objetivo de sentirse más cerca de ellos; y tumbas de acuerdo a la jerarquía del gobernante. La evolución de estos aspectos culturales y sociales determinó una nueva configuración de la arquitectura en Mesopotamia y Egipto, que posteriormente influenció a otras culturas.

La importancia de la Arquitectura en el siglo XX ha sido enorme, pues su ejercicio fue responsable de no menos de la tercera parte de los materiales acarreados por la humanidad en ese lapso. Durante este periodo, no sólo se ha producido un gran aumento de población, con sus correspondientes necesidades edificatorias [especialmente de viviendas], sino también importantes movimientos de poblaciones, desde las zonas rurales a las urbanas y, terminada la Guerra Fría, desde los países pobres a los países ricos. 

 

 


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Fuente: ph_arquitectura




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